martes, 23 de diciembre de 2014

El taller literario de Pinilla


                               Foto de BRUNO FERNÁNDEZ. 
                               
La pequeña librería ANTARES de Jesús del Río - librería BELTZA de Sancho Bordaberri - fue, durante algún tiempo, lugar de reunión del taller de escritura que Pinilla había ideado.

Nació el taller en 1978 “con el propósito de reunir a todos aquellos que sintiesen vocación por la escritura”  “Ha sido escenario de lecturas, discusiones y críticas constructivas, de alegrías para muchos y desilusiones para otros”. En él “se lee, se habla, se escucha, se aprende de los demás, y, a veces, sorprendentemente, de uno mismo” “La libertad, la relación amistosa, la ilusión y el temor, la crítica… son los primeros puntos de nuestro inexistente programa”. (Notas sacadas de la contraportada del libro Al alba del amor y de la ira, 1982 de Mario Montenegro, asistente al taller y poeta. Me asegura Ernesto Maruri, otro asistente al taller durante varios años, que son palabras escritas por Ramiro Pinilla)

Van pasado los años, ya son veinte, y el taller continúa. Así es como Jesús del Río, el librero de ANTARES, explica en GALEA, la revista creada por Pinilla, la trayectoria y espíritu. (La foto de cabecera y el texto que sigue son de finales de los 90. Los encontré inesperadamente en el Facebook de Margarita Bravo(¿tallerista también?) El título del artículo es EL TALLER DE ALGORTA.- (Creo que Pinilla, desde la otra orilla, me ha echado una mano).

“(…) Los ciudadanos de esta república de las letras no necesitan usar carné y mucho menos pagar algún impuesto, y ejercen su libertad apareciendo y desapareciendo cuando quieren (o tienen tiempo). Los hay que vienen una sola vez, mientras que otros repiten asistencia con matemática regularidad.(…)

Tras haber comenzado su andadura en una de las salas del Aula de Cultura, sus reuniones han intrigado a chiquiteros y amas de casa con el café de media tarde en buena parte de los bares de Algorta. En los últimos tiempos extrañan a los viandantes que se asoman los lunes a partir de las ocho de la tarde al escaparate de la librería Antares. Y aun después, cuando el librero echa la persiana pasadas las diez de la noche, los más noctámbulos recalan en la taberna Ajuria, donde son siempre bien recibidos, y en cuya sala celebran recitales literarios.

 La mecánica del taller es bastante sencilla. Una vez establecido el quórum, digamos media docena de personas, cada uno de los participantes lee y somete a la opinión del resto sus escritos. Éstos resultan ser de los más variados: poemas, cuentos, fragmentos de novelas, teatro, aforismos, etc (…)

Continuando con el deje libertario hay que añadir que nadie en el  taller es presidente ni monopoliza las reglas de las verdades literarias, y que si las opiniones de Ramiro Pinilla son las más escuchadas se debe a una mera cuestión de lógica.

La mayor parte de los miembros del taller reconoce – aunque a veces a regañadientes, porque todo su autor defiende visceralmente sus creaciones- que esta discusión colectiva de sus escritos resulta beneficiosa”.

Y, de sitio en sitio, este taller literario, muchas veces con carácter nómada, va recalando en lonjas vacías o espacios que algún miembro o entusiasta les pone a disposición.  Así hasta cumplir 36 años.                                                                        

En Barcelona, en febrero de 2009, en uno de los actos en torno a la semana BC NEGRA, dedicada a la novela negra, – era reciente la  publicación  del libro Solo un  muerto más –, se celebró un coloquio con el tema: “Hay maestros y discípulos? ¿Realmente se puede enseñar a escribir?”

El coloquio giró, principalmente, sobre el taller literario  creado en Algorta hacía muchos años por él. En la mesa estaban Pinilla y un asistente al taller, Willy Uribe, y  dirigido por otro lector de Pinilla, el periodista vasco Jokin Ibáñez,

Pinilla deja claro que le disgusta ser considerado maestro de nadie. Explica que allí todos opinan sobre lo que los otros presentan. Y como es un espacio donde no se intenta contentar a nadie, a veces las críticas son duras. Pero se aprende a escribir.

Después de tantos años de escritor y a pesar de los premios recibidos (Mensajero, Sitges, Nadal, Crítica, Narrativa estatal, de Euskadi…), Pinilla se muestra fiel a los orígenes del taller, como espacio de aprendizaje colectivo.

De aquel taller han salido, entre otros: Willy Uribe, Jon Bilbao, María Bengoa, Lucía M. Odriozola.,Biktor Abad, Mario Montenegro, Marta  Barrón, Ramón Benito…, escritores conocidos. ¿Hay algún otro taller literario que haya producido tanto?

Si alguien quiere saber más de este taller, hay un texto extraordinario de Ernesto Maruri, El taller de escritura de Ramiro Pinilla: un espacio de libertad, en el que vale la pena entrar.

http://www.ernestomaruri.com/articulo.php?id=204&tipo=3&title=ElTallerDeEscrituraDeRamiroPinillaUn

¿Qué pasará ahora con el taller sin Pinilla ? Esto le había dicho a Maruri: Como “aquí no soy  el padre ni el maestro de nadie (…) tenéis todo a favor para continuar el taller sin mí”


Y según dijo el mismo Ernesto el día del homenaje y despedida.“Pues bien, este lunes 27 de octubre, el taller ha celebrado su primera sesión tras su muerte, y va a continuar”. 

5 comentarios:

  1. Gracias Gustavo.
    Te confirmo que Marga es una de las clásicas del taller. Si no recuerdo mal se incorporó precisamente en la época de la librería y aún hoy sigue asistiendo con regularidad.

    ResponderEliminar
  2. Hasta ayer, no había visto en el vídeo, el grupo de talleristas que participasteis en el recuerdo-homenaje a Pinilla. Y allí os vi a ella y a tí. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Gracias de nuevo, Gustavo. También está ahí otro clásico del taller, Bittor Abad ( el de la barba). Además él ha dejado durante muchos años (al menos desde el año 2000 por lo que yo lo he frecuentado) hasta hoy, varias sedes del taller: las tres últimas. Bittor, el mejor amigo de Ramiro, me lo dijo muchas veces.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. 2019-10-21: Luego me acerco al Taller con un poema que he escrito este sàbado. Estos ciento cuarenta versos y nuestra asistencia, otros textos, personas y algún premio es lo que mejor habla de la salud y vida del Taller. Un saludo. MARTA BARRON LOPEZ divasubjetiv@gmail.com.

    ResponderEliminar